Las cirugías capilares se han popularizado con creciente rapidez, cada vez sabemos de más mujeres y hombres que acuden a los distintos centros que se especializan en realizar este tipo de tratamientos.
Sin embargo, a lo largo de los años se han acumulado una serie de creencias y mitos sobre este procedimiento, desde que no podremos realizar ejercicios, hasta que es extremadamente dolorosa.
En este momento lograremos desmentir algunos de los mitos más comunes que rodean las cirugías capilares, así como también confirmar la información certera que puedes haber escuchado sobre el trasplante.
Esto es completamente falso, no se somete el paciente a ningún tipo de rechazo del cabello, debido a que la donación de los folículos que son reinsertados proviene del mismo paciente, obteniendo la misma información genética.
Además, los profesionales utilizan como zona donante la parte posterior del cuero cabelludo, y en ocasiones los laterales.
Ambas zonas están genéticamente preparadas y programadas para que el cabello crezca durante toda la vida, así que sería imposible que se produzca alopecia en la zona receptora.
La razón detrás de este mito es que, pasado el primer mes de la cirugía, el cabello nuevo se cae por completo. Sin embargo, este es un resultado completamente natural y esperado, ya que posterior a este podremos observar como el cabello crece con naturalidad.
Por otra parte, se debe considerar siempre que el plazo de tiempo en el que podremos apreciar el cambio y resultados a totalidad es de 9 a 12 meses luego de la caída del cabello trasplantado.
Recordemos que no es una solución mágica, y que incluso personas que no han utilizado un trasplante de cabello tienen un crecimiento del mismo disminuido.
Esta es otra de las ideas equivocadas que se repite en la sociedad cuando hablamos de cirugía capilar, y es que muchos imaginan que el cabello se verá como una peluca artificial.
Lo cierto es que no hay nada más alejado de la realidad, el cabello se sentirá y verá completamente natural porque lo es, se trata de nuestro mismo pelo, simplemente se ha redirigido el lugar donde ahora crecerá.
Por otra parte, las técnicas para este procedimiento han mejorado cada vez más, y los médicos se toman el tiempo de evaluar no solo la parte funcional del cabello, sino la estética general tomando en cuenta las condiciones de cada paciente.
Es decir, se realiza un injerto que de la apariencia más adecuada considerando la edad del paciente y sus rasgos faciales, cuidando las entradas naturales, y un inicio de la frente armónica a la vista.
Existe la creencia de que tendremos la cabeza, y el cuero cabelludo, sensibles por el resto de nuestra vida, pero esto no es así.
Ahora bien, en realidad entramos en un área gris con respecto a este mito, porque la verdad es que privarnos del ejercicio físico sí es uno de los requisitos l’après-greffe, es decir, posteriores al trasplante.
Sin embargo, se trata únicamente de un período de inactividad, que puede ser extendido hasta dos meses después de la intervención, para luego retomar las actividades progresivamente.
La razón de este período de inactividad es que el ejercicio físico nos expone a un mayor riesgo de infecciones, ya que generamos mucho más sudor del que podemos imaginar, y eso dificulta el proceso de cicatrización.
Por supuesto es una zona delicada durante un tiempo, pero no te preocupes, podrás volver a realizar deportes, solo que ahora lucirás el cabello que tanto querías.
Es entendible que exista un miedo colectivo al dolor, sobre todo cuando hablamos de intervenciones que pretenden extraer pedazos de nuestro cuero cabelludo, para luego enterrarlos en otra zona de nuestra cabeza.
Ahora sí, por más gráfico que suene, esto es realmente muy poco invasivo, y se utiliza anestesia local, la misma que es utilizada en procedimientos odontológicos, tanto en la zona receptora como en la donante.
No se siente ningún tipo de dolor o molestia durante la cirugía, y el dolor post operatorio no es nada de lo cual asustarse, con los cuidados apropiados es un procedimiento libre de riesgos.