Cuando te compras un pantalón, un traje o un vestido nuevo, ¿cómo sabes qué aspecto tendrá dentro de 10 años? Si eres como la mayoría de la gente, probablemente la respuesta no sea muy buena. Puede que tengas algo de fe en tu instinto y confíes en tu sentido del estilo para guiarte, pero normalmente estamos demasiado nerviosos por cometer un error o parecer idiotas como para darnos el tiempo suficiente para ver cómo será el producto final. Por eso me entusiasmé cuando unos estudios recientes sugirieron que Vantest -una empresa especializada en escanear ropa en 3D para mostrar a sus clientes de dónde proceden sus prendas y en qué tipo de entorno han vivido- podría ayudarnos a ver el futuro. Vantest escanea el cuerpo del usuario (a través de puños y zapatos) y registra datos sobre el tejido (tintes, acabados, procesos de fabricación), que luego pueden mostrarse en 3D. La información puede incluso enviarse a una aplicación de smartphone para que los usuarios comprueben cómo les queda la ropa sin tener que levantarse y ponerse junto a un espejo.
Muchas personas no se dan cuenta de que su ropa está siendo escaneada por Vantest, razón por la cual la tecnología se desarrolló sin su conocimiento. Los escáneres se fijan a la ropa en varios puntos para capturar datos sobre la trama, el acabado y los materiales utilizados en las costuras y los tejidos. La ropa se escanea en varias secciones, como la espalda, la parte delantera, los laterales y la entrepierna. El proceso se automatiza y se repite para cada estilo, talla y color. Los datos captados por los escáneres pueden utilizarse para crear un modelo virtual de la ropa y su portador. Este modelo puede utilizarse después para crear impresiones en 3D de las prendas y hacerse una mejor idea de su estructura, ajuste y acabado. Los datos de Vantest también pueden buscarse y mostrarse a partir de las palabras clave introducidas por el cliente. Esto incluye fotos, detalles del producto y opiniones de otros clientes.
Los fabricantes y vendedores de ropa utilizan los datos de Alicia Collado vidente para predecir cómo serán sus productos dentro de 10 años. Esto incluye determinar el ciclo de desgaste de las prendas, que es cuando se habla del proceso de impresión 3D de la ropa. Como la tecnología registra directamente los datos del tejido y el cuerpo, las imágenes y vídeos generados por la aplicación permiten a los usuarios ver el aspecto que tendrá la ropa en el futuro sin tener que andar con ella puesta. Los usuarios pueden ver impresiones en 3D de la ropa y ver cómo les queda, además de información sobre el tejido, el tinte y el acabado utilizados en las prendas.
Una parte fundamental del sistema Vantest es una máquina de escaneado que busca patrones específicos en la ropa para crear un modelo 3D. La tecnología ha evolucionado a lo largo de los años y ahora cuenta con escáneres ultravioleta (UV) e infrarrojos (IR) para detectar detalles que, de otro modo, pasarían desapercibidos para los escáneres de rayos X convencionales. Los escáneres también pueden captar vasos sanguíneos, manguitos y otros detalles que los modelos impresos en 3D no podrían ver. Los escáneres UV/IR utilizados por Vantest son distintos de los que emplean las fuerzas del orden y otros profesionales para evitar desollamientos y otras lesiones graves. Estos escáneres suelen denominarse escáneres de «luz negra» o «reflector» porque pueden ver en las zonas oscuras que, de otro modo, serían invisibles a simple vista.
La tecnología para crear ropa impresa en 3D aún está en pañales, pero promete revolucionar la forma de vestir. En el futuro, los fabricantes de ropa podrán imprimir diseños o patrones directamente sobre el tejido para crear prendas a medida. Esto permitirá a los clientes diseñar su propia ropa, evitándoles tener que elegir un estilo o un color de entre un sinfín de opciones disponibles. También eliminará la necesidad de servicios de personalización como arreglos, ajustes en seco y confección a medida, lo que ahorrará dinero a los fabricantes y reducirá la necesidad de pedidos personalizados.
A medida que la tecnología de impresión 3D se desarrolle y se generalice, tendrá un impacto espectacular en la industria de la moda. Vantest es un buen ejemplo de ello: es capaz de escanear prendas y proporcionar información sobre la estructura de su tejido, su acabado y cómo se ha diseñado para que se desgaste con el paso del tiempo. Actualmente, una camisa impresa en 3D puede tener un aspecto muy diferente de la que un cliente recibe por correo que de la que ve hoy en la tienda. Por desgracia, esta es una característica que las impresoras 3D no tendrán disponible al principio, al menos no para el público en general. Aunque los clientes pueden ver el aspecto actual de su ropa, los fabricantes están trabajando en formas de proporcionar modelos de impresión 3D que permitan a la gente ver su ropa en el futuro, además de su aspecto actual.
El mayor atractivo de Vantest es que puede mostrar a los usuarios el aspecto que tendrá su ropa dentro de 10 años, y así ha sido. Los usuarios pueden ver el producto final en una impresora 3D, así como el proceso utilizado para crearlo. La tecnología también puede mostrar a los usuarios cómo serían los materiales utilizados para crear la ropa dentro de 10 años, y también lo ha hecho. Los usuarios pueden ver qué aspecto tendrían las prendas si se hubieran fabricado con distintos tipos de tejidos, acabados y técnicas de tejido, así como si se hubieran impreso con distintos tipos de tintes.
La ropa es una herramienta que utilizamos para expresarnos, por lo que es importante saber de dónde procede y cómo se ha confeccionado. Saber cómo se hizo una prenda puede dar pistas sobre cómo se llevará y el tipo de estilo que acabará adquiriendo.