Es muy común encontrarnos con personas que ponen mala cara cuando les decimos que tenemos intenciones de teñir nuestro cabello a un color fuera de lo natural.
En su mayoría siempre nos dicen que se nos va a dañar, que se va a secar, que se verá feo, y que luego vamos a arrepentirnos de haberlo hecho.
¡No dejes que esas personas arruinen tu sueño de cambiarte el color del pelo!
Si bien es cierto que los químicos alteran la salud de nuestro cabello, eso no quiere decir que sea imposible tener un cabello teñido y sano al mismo tiempo.
Es por eso que hoy vamos a darte algunos consejos para que tu cabello se vea mejor que nunca, y tu teñido dure un buen tiempo.
Primero, debemos utilizar productos especiales al cambiar de color de cabello, ya que, aunque no es algo que se diga mucho, sí existen productos distintos dependiendo del color.
Para mantenernos protegidos, ya sea que tengamos el cabello rubio, negro, rojo, castaño o de cualquier otro tono, debemos asegurarnos que nuestro producto de protección sea el adecuado para nuestra coloración.
Segundo, debemos evitar a toda costa la exposición al sol. Esto no quiere decir que no podamos salir y lucir nuestro cabello un rato, tomarnos algunas fotos, mostrárselo al mundo.
Lo que sí debemos hacer es tener precaución, llevando un sombrero con nosotros en caso de mantenernos expuestos a los rayos del sol por un tiempo prolongado. Es de extremo cuidado, ya que es posible que el sol nos seque el cabello, y ocurra lo peor, que se destiña.
En tercer lugar, vamos a crear bonito hábito de aplicarnos una mascarilla capilar, tan solo una vez a la semana. Podemos escoger un domingo de relajación para esta práctica. Al utilizar una mascarilla capilar, debemos asegurarnos que sus componentes aporten nutrición e hidratación a nuestro cabello.
Gracias a esto, será mucho más vibrante, y si utilizamos aquellos productos que utilizan aceites naturales, lograremos realzar el brillo natural que tanto amamos.
Cuarto, si queremos mantener nuestro cabello suave, debemos utilizar productos y tratamientos que no contengan enjuague.
En esto incluimos el acondicionador sin enjuague, y es fundamental seguir este paso si nuestro propósito es alcanzar un cabello brillante y muy sano.
Cuidarlo es fundamental, y sabemos que a nadie le gusta tener mucho sebo en el cabello, ya que lo hace ver grasosos y nada atractivo.
Sin embargo, dentro de los cuidados también debemos incluir mantenerlo lo más alejado de la grasa posible, evitando tocarlo en exceso, y utilizando gorritos de baño cuando no lo vamos a lavar.
Lavar nuestro cabello con menos regularidad ayudará en gran medida a mantener nuestro pigmento, lo recomendable sería cada dos o más días.
Debemos saber que el agua es culpable de exacerbar en nuestro cabello la porosidad, y como resultado de esto, perdemos con mucha facilidad nuestro pigmentado.
Es de especial atención el champú que decidimos utilizar una vez que hemos teñido nuestro cabello, ya que éste está en un estado de fragilidad mucho mayor.
El proceso de teñirnos implica exponer nuestro pelo a una gran cantidad de productos químicos, que le debilitan y maltratan, por lo tanto es importante protegerlo para recuperarlo.
Añadir más toxinas es un error, es por eso que lo más recomendable es utilizar champú sólido, el cual está compuesto únicamente por productos naturales que hidratarán y fortalecerán el pelo.
Al escoger éstos champú debemos tomar en cuenta el tipo de cabello que tenemos, ya que la combinación de ingredientes utilizados para realizarlos varía dependiendo de las cualidades de cada persona.
Debemos reconocer siempre si nuestro cabello es seco, graso, normal, frágil, e incluso podemos tomar en cuenta cuando sufrimos de algún mal olor, ya que existen diferentes champús naturales que pueden ayudar a contrarrestar ese efecto.
Además, como consejo extra te recomendamos que bajes la temperatura de tus duchas, especialmente en las que lavas tu cabello. Sabemos que es delicioso tomar una ducha tibia o caliente, pero éste calor es completamente contraproducente con nuestro deseo de mantener el color en nuestro cabello.
Lamentablemente, el agua caliente hace que la cutícula capilar se abra con mayor facilidad, y esto causa que nuestro color se desvanezca más rápido.
Así que, aprovecha esos dos o tres días sin lavar el cabello para tomar unas acogedoras duchas calientes, pero recuerda, tu cabello necesita una refrescante ducha fría.